El orgasmo masculine
¿En qué se
diferencia del femenino? ¿Va siempre acompañado de la eyaculación? ¿Los
hombres pueden tener orgasmo múltiple?
La cuestión es
que la sexualidad femenina, y especialmente, la capacidad de las mujeres para
sentir orgasmos múltiples, ha sido materia de discusiones, intrigas,
investigaciones, disquisiciones… Pero, ¿y los hombres?
Todavía hoy
muchos dan por sentado que el orgasmo masculino consiste en eyacular. De hecho,
las mujeres sentimos que hemos cumplido con nuestra misión de dar placer al
otro cuando esto sucede.
Sin embargo, no
es tan así. El orgasmo masculino se puede dar junto con la eyaculación o no. Un
hombre que ha eyaculado no necesariamente ha llegado al clímax y hasta puede
padecer de anorgasmia, igual que nosotras.
En el libro que
está considerado como la Biblia de la sexualidad, el informe de Masters y
Johnson publicado en los sesentas, se dice que " los procesos fisiológicos
que intervienen en el orgasmo femenino son análogos a los observables en el
orgasmo masculino, pero la capacidad de experimentar orgasmos múltiples en un
lapso temporal limitado es superior en la mujer promedio que en el varón promedio."
Aunque es cierto
que es común que se presenten simultáneamente y por eso tienden a confundirse
como un mismo fenómeno.
Las
investigaciones de Alfred Kinsey sugirieron que más de la mitad de los
muchachos preadolescentes podían tener su segundo orgasmo poco después del
primero y que casi un tercio podía tener hasta cinco orgasmos o más, uno detrás
de otro. Esto llevó a Kinsey a afirmar que "se puede alcanzar el clímax
sin eyaculación".
Herant
Katchadourian, en su libro "La sexualidad humana", explica:
"Algunos hombres pueden inhibir la emisión de semen al tiempo que
experimentan las contracciones orgásmicas: en otras palabras, tienen orgasmos
sin eyacular. Tales orgasmos no parecen estar seguidos por un período
refractario (pérdida de erección), lo que permite a estos hombres tener
orgasmos múltiples como las mujeres".
El Tantra,
disciplina hinduista que recurre a la sexualidad para alcanzar estados
superiores de conciencia (en especial al control conciente del clímax), conoce
esto desde hace mucho tiempo. Esta disciplina sabe desde hace milenios que es
precisamente la eyaculación lo que aparta al hombre del orgasmo verdadero, del
éxtasis sexual que lleva a los niveles de conciencia cósmicos. El arte supremo
para un Shiva tántrico, consiste en permanecer indefinidamente en el punto
límite, el que da acceso al "paraíso sexual cerebral", el verdadero
orgasmo masculino.
El Tao, filosofía
china, comparte ese punto de vista. Jolang Chang en su libro "Tao de l'Art
d'Aimer" (El Tao del arte de amar), escribe: "Me preguntan con
frecuencia qué placer puedo experimentar si sólo eyaculo una vez de cada cien.
En general respondo esto: 'No cambiaría ciertamente el placer intenso que yo
experimento con el vuestro. Los doce años durante los cuales me dediqué a ese
placer vinculado al instante de la eyaculación son para mí largos años
perdidos. Ahora puedo decir que el acto sexual sin eyaculación representa
también la eliminación de una tensión, pero sin explosión. Es un placer que se
traduce por un apaciguamiento y no por violencia, una fusión voluptuosa,
sensual, y prolongada en algo más amplio y más transcendente que uno mismo. Es
un sentimiento de comunión en un todo, no una separación; de unión estrecha y
de participación, y no un espasmo individual y solitario que excluye a la
pareja. No hay palabras para describirlo."
Hay algo en lo
que coinciden todas las fuentes. Hacer el amor con apresuramientos, sin
detenerse en los detalles, conducirá a la insatisfacción, tanto a hombres como
a mujeres.
Así que ahora,
muchachas, pidamos lentitud, concentración y detallismos. ¡A disfrutar del
camino más que de llegar a la meta!
Source:http://ar.mujer.yahoo.com
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