¡Los siete mejores consejos sexuales que nunca fallan!
Mucho se ha dicho de las formas en que las mujeres pueden
caer rendidas ante el instinto sexual masculino, pero en realidad ¿qué quieren
ellas? Aquí te proponemos una lista de las siete mejores técnicas para que
nunca te falle el erotismo en la cama. Manos a la obra...
1 El masaje erótico nunca falla
Iniciar el juego sensual con un buen masaje será
magnífico para ella, sobre todo, si ha estado estresada. Su líbido te lo
agradecerá y al final te recompensará con una excelente noche de sexo.
La maravilla de los masajes es que luego de prenderla a
ella, tú también te encederás acariciándola mientras ella está desnuda.
Desnúdense ambos y colócala sobre la cama, boca abajo.
Ten a la mano algunos aceites aromáticos, móntate sobre ella, o arrodíllate de
lado, y comienza a tocarla. Si no sabes dar masaje o es la primera vez, no
importa, déjate llevar por el ritmo de su respiración y toca, con la palma de
tus manos, su espalda, hombros, caderas, piernas y nalgas, lentamente.
Reconoce zonas en las que ella sienta más placer o sean
puntos eróticos que tú no habías notado. Así, la próxima vez, irás directo a
ellos.
De vez en cuando, lame su cuello o sus antebrazos. Dale
pequeñas dosis de placer, pero siempre haz uso del suspenso. Evita que se
convierta en rutina, vuélvete un experto y hazlo cada vez más placentero.
2 Clítoris, ese pequeño amigo
Mucho se ha dicho del clítoris, de sus millones de
terminaciones nerviosas y de su escondite.
Si un día quieres un poco de sexo salvaje y violento para
que tu chica se prenda como nunca, jugar con tu lengua en el clítoris, nunca
falla... si lo sabes hacer.
Te recomendamos tratarlo con cuidado. Tócalo primero, con
la yema de uno de tus dedos y rózalo apenas. Luego aparta con suavidad los
pliegues que lo cubren, con tus dos dedos pulgares. Toma tu tiempo para
descubrirlo y ver cómo se erecta poco a poco y pasa del tono rosado al rojo ardiente.
Cuando sientas que tu mujer te pide a gritos que la
penetres... no lo hagas. Manten la calma e introduce dos dedos, ligeramente,
intentando tocar el punto G (que se encuentra en la parte superior de la vulva
por dentro de la vagina). Sigue tocando el clítoris y no dejes de mover tus
dedos dentro de ella. Haz movimientos lentos, pero intensos.
Sé cuidadoso para no lastimarla, porque un roce excesivo
del clítoris puede ser muy doloroso. Una vez que la sientas mojada, entonces
penétrala. Si puedes hacer que ella tenga los ojos vendados mientras realizas
esta práctica será mucho mejor, así no sabrá en qué momento la penetrarás y
¡eso le excitará como no te imaginas!
3 Rózala con los dedos por todo su cuerpo
A veces abusas de tu fuerza a la hora de tener sexo. Pero
a las mujeres, y como buen preámbulo para iniciar un rato sexual, les gusta
sentirse tocadas y estremecidas de forma delicada. Y lo mejor de todo, no es
difícil para ustedes y tampoco requiere mucho esfuerzo.
Cuando ambos estén desnudos, toca con la punta de tus
dedos su silueta o puntos que hagan que muera de placer, como: sus pezones, la
planta de sus pies, sus antebrazos, rodillas, pantorrillas, codos, cuello,
columna vertebral, ombligo y nalgas. Si sigues nuestras instrucciones, la
tendrás muerta.
Lo importante es tocarla como si apenas quisieras
acariciarla, es decir, no totalmente, sino rozándola con las yemas de tus
dedos. Eso le causará una especie de cosquilla erótica que la preparará para el
juego sexual.
4 Sugiere algún juego nuevo
Si estás casado, vives con tu pareja o tienes una
relación de años, es común que la pasión se apague con el tiempo y la falta de
novedad. Para que nunca te pase, haz todo lo posible porque no desaparezca del
todo.
Habla con tu chica de iniciar un nuevo juego sexual,
visitar una sex shop, comprar los objetos con los que quieran explorar, usar
videos para excitarla o buscar nuevas alternativas como uso de dildos,
vibradores o lencería sexy.
Aquí el ganador no sólo serás tú, porque a las mujeres
-aunque la mayoría no lo dice- les encanta jugar. Y haz que ella lo vea como
eso: un juego que no tiene por qué alterar en absoluto el estado de su relación
de pareja.
Si ella no te sugiere alguno por vergüenza, sorpréndela y
comienza tú. Por ejemplo, pueden ir a un bar y hacerse pasar por desconocidos,
charlar largo rato, coquetear, tocarse con los pies bajo la mesa, ir al baño
del antro y si se puede hacerlo ahí mismo.
Algo que también nunca falla es decirle a tu chica que
imagine que es sexo por una noche con un desconocido, cámbiense nombres e
inventen... Tienen toda la imaginación por delante.
5 Lee con ella algún capítulo de literatura erótica
Si las películas eróticas o porno aumentan nuestro deseo
al doble, la literatura, que es toda imaginación, lo acrecienta al triple.
Consigue algunas novelas clásicas muy explícitas de autores como el Marqués de
Sade, Henry Miller, Almudena Grandes, Zolá, D.H. Lawrence, Vladimir Nabokov,
Lautréamont, Lezama Lima o Bukowski.
Lee previamente algunos capítulos y luego escoge el más
erótico y descriptivo. Luego, léelo en la cama o el sofá con tu chica, mientras
los dos están desnudos. Será inevitable que ella caiga rendida ante las
palabras escritas por cualquiera de estos expertos en el erotismo y el sexo.
Cuando ella ya no pueda más... entonces sí, suelta el libro y que lo demás
continúe...
6 Dale sexo cuando menos lo espere
Muchas veces los hombres caen en el error de pensar que
son ellos los únicos que piensan en sexo todo el día y que se excitan a cada
momento. Grave equivocación. Las mujeres también piensan mucho en ello, más de
lo que imaginas.
En ocasiones, una mirada breve al trasero de un compañero
de trabajo puede hacerlas caer en malos pensamientos. Si reúnes la adrenalina
con la sorpresa, tu mujer caerá inevitablemente. Así que hacer el amor por
sorpresa no le caerá nada mal.
Por ejemplo, a la hora de comida de su trabajo puedes
invitarla a comer, y en lugar de eso, llévala a un hotel. Hagan el amor y luego
regresen cada uno a sus actividades. Ella no dejará de pensar en ti y tal vez
llegue en la noche contigo a casa con ganas de seducirte o te haga una visita
sorpresa a tu departamento, pidiéndote más...
7 Sigue explorando después de terminar
Las mujeres siempre quieren más. Son insaciables.
Recuerda que la relación sexual no siempre termina cuando “terminas”. Síguela
tocando, bésala en los labios con mucho fuego. No hay nada que prenda más a una
mujer que una juerga de sexo intenso, uno tras otro y que le provea además
muchos orgasmos.
Para eso intenta nuevas formas y pon en práctica los
siete puntos anteriores. Si los sigues al pie de la letra, con tu propia dosis
de erotismo y sensualidad, con seguridad tendrás una noche de desvelo erótico
sin parar. Que tus ojeras del día siguiente te enorgullezcan porque lo has
logrado: sacaste un diez con mención honorífica en la cama.
YU
Autor: Editor YU el Vie, 27/03/2009 - 15:25.
Fuente: http://tva.com.mx/wdetalle2552.html
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