El nuevo punto del placer femenino
La sexología cada día investiga más y más
acerca del cuerpo de la mujer y cómo lograr llevar al máximo su disfrute. Y así
ha ido descubriendo el infinito erotismo de su piel. Primero fue el punto G,
luego el novedoso U y ahora es el A. Síguele la pista e invita a tu pareja a
encontrarlo.
Hace algunos años el antropólogo inglés Desmond Morris,
sorprendió al mundo con un nuevo descubrimiento en sexualidad, el que publicó
en su libro "La mujer desnuda". Allí escribía que, además de los dos
puntos erógenos llamado G y U (éste último ubicado en el exterior de los
genitales), se añadía otro más, el A, el segundo dentro de la vagina.
El primero, el G
El punto de Gräfenberg (punto G) es una zona sensible que
se percibe a través de la pared anterior o superior de la vagina. Los
investigadores sexuales Dr. John Perry y Dra. Beverly Whipple la denominaron
Punto G (G Spot), después que el médico alemán Dr. Ernst Gräfenberg la
describiera en el año 1950.
Según Beverly Whipple, "el punto G puede sentirse a
través de la vagina a mitad de camino entre la parte posterior del hueso púbico
y el cuello del útero, y se detecta como una pequeña protuberancia que se
hincha mientras es estimulada. Al principio, cuando se lo toca, muchas mujeres
dicen que sienten como la necesidad de orinar, a pesar de que la vejiga está
vacía. Después de 2 a 10 segundos de estimulación la reacción inicial se
reemplaza, en algunas mujeres, por una fuerte y distinta sensación de placer
sexual", explica en uno de sus textos la licenciada Diana Resnicoff,
añadiendo: "Hay mujeres que experimentan un orgasmo por la estimulación de
esta zona y algunas expulsan un líquido proveniente de la uretra cuando
experimentan este tipo de orgasmo. El fluido emitido tiene aspecto lechoso: no
es semen ni orina, no tiene olor, sabor ni mancha".
Para estimular el punto "G" es necesario que
apoye el dedo suavemente y lo mueva de una forma rítmica, modificando el ritmo
según el resultado obtenido. Para un mayor placer de la mujer puede estimular
también el clítoris. Este tipo de caricia requiere de mucho tacto. El hombre
puede aumentar o reducir la presión y con ello hacer variar el grado de
excitación de su pareja. Por cuestiones de higiene se recomienda que para
efectuar este tipo de caricias las manos estén completamente limpias, las uñas
bien cortadas y limpias, y no estaría de más utilizar un poco de crema o aceite
lubricante para que resulte más suave.
El bendito punto A
Si bien el punto A o punto AFE (Anterior Fornix Erotic
Zone) se descubrió hace 10 años atrás, durante una experimentación por parte de
científicos asiáticos sobre la sequedad vaginal, recién hoy comienza a sonar en
el mundo de la sexología.
El estudio de estos asiáticos afirmaba que el 95% de las
mujeres se excitaban al estimularles esta zona y que incluso varias de estas
féminas llegaron a obtener su primer orgasmo o el más intenso, cuando
exploraron el punto A.
"Estudios realizados posteriormente dieron como
resultado que sobre 193 mujeres, la estimulación del punto A les causó a 182 de
ellas un placer muy intenso. Estaría ubicado en la misma pared vaginal pero más
atrás, a medio camino entre el Punto G y el cuello de la vagina. De acuerdo con
un grupo de investigadores la estimulación del Punto A produciría: mayor, más
rápida y prolongada lubricación; mayor excitación, y múltiples orgasmos",
dice la licenciada Resnicoff.
¿Cómo llegar ahí?
Según las investigaciones, para llegar al punto A, las
mejores posiciones que favorecerían su estimulación durante la penetración
serían:
* La mujer boca abajo y el varón detrás suyo.
* La mujer sentada en el borde de la cama y él
arrodillado delante.
* La mujer en la llamada posición "del
perrito".
Todas estas zonas descubiertas en las mujeres, son
posibles áreas de placer tan valederas como lo son otras existentes en todo su
cuerpo. Pero insisto, si la mujer detecta, en la vagina, una zona con mayor
sensibilidad erógena, bienvenida sea. Si ve salir una emisión profusa durante
el clímax no se tiene que inquietar, sino disfrutarla, pero nunca debería
sentirse en falta por no encontrar el punto G o A.
En este intento por suponer que las mujeres necesitamos
más y más puntos de placer para alcanzar el orgasmo, se habla también del Punto
U y del casi inaccesible Punto K. Este último fue descubierto por la americana
Barbara Keesling en 1998, y quedaría en la zona final de la vagina, casi
llegando al cuello del útero. Debido a que en la mayoría de los casos es casi
inaccesible, no ahondaremos en ella, pues sólo queda en una utopía. No así el
punto A, que si se descubre, puede llevarte al clímax más pronto que tarde.
*Fuente: De los escritos de la Lic. Diana Resnicoff
para el Dr. Ezequiel López Peralta.
http://www.ni.terra.com/bienestar/interna/0,,OI1372771-EI5950,00.html
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